El sarro, también conocido como cálculo dental, es una forma endurecida de placa dental que puede formarse en los dientes y bajo la línea de las encías. Se debe a la acumulación de minerales de la saliva en la placa, que es una película pegajosa de bacterias que se forma en los dientes. Si la placa no se elimina regularmente mediante el cepillado y el uso de hilo dental, se endurece y se convierte en sarro. El sarro no solo causa manchas antiestéticas en los dientes, sino que también contribuye a la enfermedad de las encías y las caries. La superficie rugosa del sarro facilita la adhesión de la placa, creando un círculo vicioso de acumulación.
Entendiendo la importancia de la higiene bucal
Mantener una buena higiene bucal es crucial para prevenir la acumulación de sarro y garantizar una salud dental integral. El cepillado y el uso de hilo dental regulares ayudan a eliminar la placa antes de que se endurezca y se convierta en sarro. Usar un enjuague bucal antibacteriano también puede reducir la placa y las bacterias en la boca. Las revisiones y limpiezas dentales regulares son esenciales, ya que solo un profesional dental puede eliminar el sarro una vez formado. Una buena higiene bucal no solo mantiene los dientes y las encías sanos, sino que también previene el mal aliento y otros problemas de salud bucal.
Truco 1: Pasta de bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno
El bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que ayuda a eliminar las manchas superficiales y la placa dental. Combinado con peróxido de hidrógeno, que tiene propiedades antibacterianas, puede ser un remedio casero eficaz para reducir el sarro. Para preparar la pasta, mezcla dos cucharadas de bicarbonato de sodio con una cucharada de peróxido de hidrógeno. Cepíllate los dientes suavemente durante dos minutos con esta pasta y luego enjuágate bien. Este truco puede ayudarte a blanquear los dientes y reducir la acumulación de sarro con un mínimo esfuerzo.
Continúa en la página siguiente⏭️