La mala circulación en piernas y pies puede causar síntomas incómodos como entumecimiento, hormigueo, hinchazón e incluso dolor. A menudo es consecuencia de afecciones como la enfermedad arterial periférica (EAP), la diabetes o un estilo de vida sedentario. Si bien los cambios en el estilo de vida y el tratamiento médico son cruciales, ciertas   vitaminas  también pueden ayudar a mejorar el flujo sanguíneo y promover la salud vascular. Entre ellas,   la vitamina B3  (niacina) se considera una de las más eficaces.

Por qué la vitamina B3 es crucial para la circulación

La vitamina B3, también conocida como niacina, desempeña un papel vital en la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que mejora el flujo sanguíneo en todo el cuerpo, incluyendo las piernas y los pies. La niacina ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el colesterol bueno (HDL), lo que contribuye a unas arterias más sanas y a una mejor circulación. También estimula la función de las células endoteliales, que recubren los vasos sanguíneos y ayudan a controlar la presión arterial y la dilatación vascular.

Las personas con mala circulación suelen tener vasos sanguíneos estrechos o rígidos. Al dilatarlos, la niacina permite que la sangre fluya con mayor libertad, lo que reduce el riesgo de coágulos, hinchazón y entumecimiento en las extremidades inferiores. Algunos pacientes incluso experimentan un “rubor de niacina” (una sensación temporal de calor u hormigueo) a medida que aumenta el flujo sanguíneo, especialmente en las extremidades.

Otras vitaminas útiles

Si bien la vitamina B3 es especialmente eficaz, otras vitaminas también favorecen la circulación: