Una mujer de 54 años descubrió que tenía cáncer de tiroides por una señal que a menudo pasa desapercibida.

Una mujer de 54 años descubrió que tenía cáncer de tiroides por una señal que a menudo pasa desapercibida.

Imagínate esto: te aparece un pequeño bulto en el cuello, casi imperceptible, que fácilmente consideras inofensivo. Lo ves fugazmente en el espejo y quizás lo rozas con los dedos sin mayor preocupación.

Piensas: “No es nada, solo una pequeña hinchazón. Se irá pronto”. Pero a veces, nuestro cuerpo susurra advertencias antes de gritar. Eso fue lo que le ocurrió a la Sra. Hien, de 54 años, cuya experiencia podría animarte a prestar más atención a este cambio aparentemente menor.

Un bulto en el cuello: ¿inofensivo o una alarma oculta?

Muchas personas notan pequeñas protuberancias en el cuello, a menudo durante períodos de fatiga, después de un resfriado o al recuperarse de una infección. Por lo general, no es motivo de preocupación; quizás se trate de un ganglio linfático inflamado o tensión muscular.

Eso es exactamente lo que asumió la Sra. Hien cuando sintió un pequeño bulto ligeramente firme justo debajo de su piel que permaneció más tiempo de lo esperado.

Pero después de dos semanas, el bulto seguía allí. Peor aún, empezó a dolerle. Decidida a no ignorarlo, la Sra. Hien acudió al hospital para una revisión.

¿El resultado? Le diagnosticaron bocio multinodular: un agrandamiento de la glándula tiroides con múltiples nódulos, uno de los cuales parecía sospechoso.

 

 

 

Continúa en la página siguiente⏭️