Después de una buena comida, esa sensación desagradable que sube al pecho puede arruinar rápidamente una noche. Es un error común pensar que solo los medicamentos pueden curarlo, pero puede que ya tengas una solución simple, rápida y natural en la despensa. Sorprendente, ¿verdad?

Después de una buena comida, esa sensación desagradable que sube al pecho puede arruinar rápidamente una noche. Es un error común pensar que solo los medicamentos pueden curarlo, pero puede que ya tengas una solución simple, rápida y natural en la despensa. Sorprendente, ¿verdad?

¿Por qué la acidez de estómago se produce tan a menudo?

También conocida como reflujo ácido, esta famosa acidez estomacal se produce por el ascenso del ácido estomacal desde el estómago hacia el esófago. ¿La razón? Una comida copiosa, alimentos grasosos o simplemente una mayor sensibilidad. El resultado: una sensación de ardor en la garganta o el pecho, a veces acompañada de un sabor agrio en la boca.

Algunas personas lo experimentan ocasionalmente, otras con mucha más frecuencia. Y cuando se vuelve frecuente (más de dos veces por semana), es crucial consultar con un profesional de la salud. Ya no es solo una molestia pasajera, sino que podría ser señal de un desequilibrio que requiere tratamiento.

Bicarbonato de sodio, el héroe sensato de nuestro bienestar digestivo

Este pequeño ingrediente blanco, que suele aplicarse para airear el refrigerador o limpiar el fregadero, posee interesantes virtudes para el bienestar digestivo. De hecho, el bicarbonato de sodio es un agente alcalinizante natural. En otras palabras, ayuda a contrarrestar el exceso de acidez estomacal.

Y es precisamente esta acidez la que causa la acidez. Al restablecer un pH más equilibrado, el cuerpo limita el reflujo de forma natural. Una ventaja adicional: a diferencia de algunos tratamientos convencionales, el bicarbonato apenas causa efectos secundarios. Por lo tanto, es una opción común para quienes prefieren enfoques suaves y naturales.

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