En el autobús, una anciana reprendió a un joven por sus tatuajes, y él no le prestó atención… hasta que esto sucedió.
En el autobús, una anciana reprendió a un joven por sus tatuajes, y él no le prestó atención… hasta que llegó este momento… 😨😨
Miradas y susurros
En el autobús, la anciana miró al joven de la camiseta blanca sin mangas, con los ojos fijos en los tatuajes que cubrían sus brazos. Luego se giró bruscamente hacia la ventana, murmurando algo para sí misma.
El joven, absorto en su música, con los auriculares puestos, parecía completamente desconectado de todo lo que lo rodeaba. Las voces y las miradas no lo alcanzaban. Pero entonces la paciencia de la mujer se agotó.
La confrontación
—¡Qué les ha pasado a los jóvenes de hoy! —exclamó—. ¿Por qué se marcan el cuerpo con diseños tan horribles?
El joven sacó tranquilamente un auricular y preguntó cortésmente:
—Señora, ¿le preocupa algo?
—¿Me estás molestando? —se burló—. Con un cuerpo así, nunca entrarás al cielo. ¡Es un pecado terrible! ¿Cómo puede la tierra soportar a gente que se trata así?
—No te he hecho nada malo —respondió con calma—. Este es mi cuerpo y tengo derecho a elegir lo que quiero.
Pero sus palabras tranquilas sólo la hicieron enfadar aún más.
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