Cocinar el huevo duro perfecto es sencillo una vez que entiendes la técnica. Para evitar que la yema quede verde, la clave está en el tiempo justo y en un enfriamiento adecuado. Cocina los huevos el tiempo justo para que se cocinen completamente y luego refrigéralos inmediatamente. Con un poco de práctica, siempre conseguirás huevos duros con calidad de restaurante.
Ahora puedes disfrutar de tus huevos con tranquilidad: sin sorpresas verdes en su interior.