Corta el limón en cuatro partes, espolvoréalo con sal y colócalo en el centro de tu habitación.

6 buenas razones para adoptar limas saladas en casa

 

  • Un ambientador 100 % natural. ¡
    Dile adiós a los aerosoles químicos y las fragancias artificiales! El aroma a lima disimula naturalmente los olores desagradables y refresca el ambiente.
  • Un discreto estimulante del ánimo.
    Su aroma vigorizante puede mejorar tu estado de ánimo a diario. Perfecto para esos días de baja energía o mañanas difíciles.
  • Menos humedad, más confort
    La sal atrae la humedad ambiental: un consejo muy útil en baños o rincones un poco demasiado húmedos.
  • Un momento para ti
    Cortar, salar, ordenar… Este pequeño y sencillo gesto puede convertirse en un ritual de atención plena, una pausa de bienestar sólo para ti.
  • Un toque zen en la decoración
    Visualmente, estos pequeños frutos cítricos verdes sobre un fondo de sal blanca añaden un toque natural y relajante a cualquier estancia.
  • Un ambiente más sereno.
    Sin poder medirlo, a menudo percibimos un cambio sutil. Una sensación de frescura, de calma restaurada, de un espacio más acogedor.

      Cómo hacerlo en casa, en 1 minuto

    Necesitas:

    • 2 a 3 limas muy frescas
    • Sal gruesa (sal marina o rosa del Himalaya)
    • Un platillo o tazón pequeño (recomendado)

    Pasos:

    1. Corta cada limón en cuartos sin separar completamente los gajos.
    2. Espolvorear sal en el centro.
    3. Colóquelo sobre un platillo y dispóngalo en un rincón estratégico de la habitación.
    4. Reemplazar cada 2 o 3 días, dependiendo del estado de la fruta.

    Pequeños consejos prácticos:

    • No colocar directamente sobre la madera: el jugo podría dañarla.
    • Manténgalos fuera del alcance de los niños curiosos y las mascotas.
    • ¡No son para cocinar! Estos limones son para ambientar, no para tus recetas.

    Dale a tu hogar un soplo de aire fresco… una lima a la vez.