¡Eek! ¡Puede que tenga algunos de estos!

 

5. Decoloración de la piel:
Los cambios en el color de la piel, como un tono azulado o violáceo, pueden indicar mala circulación sanguínea. Esto se debe a la baja oxigenación de la sangre que llega a la piel.
6. Venas varicosas:
Las venas abultadas, sobre todo en las piernas, pueden ser un signo de mala circulación. Las varices se producen cuando las venas se llenan demasiado de sangre debido a un flujo sanguíneo deficiente, lo que hace que parezcan dilatadas.
7. Curación lenta de las heridas:
Si nota que los cortes o lesiones menores tardan más de lo habitual en sanar, podría ser un signo de mala circulación. Un flujo sanguíneo eficiente es crucial para la cicatrización de heridas, ya que proporciona los nutrientes y el oxígeno necesarios a la zona afectada.
8. Problemas cognitivos:
La mala circulación también puede afectar el cerebro, provocando problemas de memoria o dificultad para concentrarse. La reducción del flujo sanguíneo al cerebro implica que llega menos oxígeno y nutrientes a este órgano vital, lo que perjudica su funcionamiento.
9. Problemas digestivos:
Problemas digestivos frecuentes, como hinchazón o dolor de estómago, pueden estar relacionados con una mala circulación. La reducción del flujo sanguíneo a los órganos digestivos puede afectar su correcto funcionamiento.

 

10. Calambres y dolor:
Experimentar calambres o dolor frecuentes en las piernas, especialmente después de la actividad física, puede ser un signo de mala circulación. Esta afección, a menudo llamada claudicación, se produce cuando se restringe el flujo sanguíneo a los músculos, lo que provoca dolor y molestias.