Consejos para cultivar estas fortalezas a diario
: Valora tus momentos de soledad: son preciosos y pueden convertirse en verdaderos encuentros contigo mismo.
Ilumina tu espacio: ordena, da, respira. Tu hogar debe ser tu refugio.
Exprésate libremente: tu vida te pertenece, tus decisiones también.
Crea tu ritual diario: algo sencillo, pero que te anime a levantarte.
A medida que envejecemos, no son los demás quienes nos sostienen, sino los cimientos que hemos construido en nuestro interior: paz interior, un entorno de vida armonioso, la libertad de ser uno mismo y la alegría de sentirse vivo.
