Huevos cocidos vs. huevos fritos: ¿cuál es mejor para el desayuno?

 

Los huevos fritos son deliciosos y saciantes. Cocinarlos en una sartén permite disfrutar de una textura más suave y un sabor más intenso. Combinan a la perfección con tostadas, verduras o incluso con un desayuno tradicional con frijoles y papas.

Sin embargo, el impacto en la salud de los huevos fritos depende en gran medida del método de cocción. Si se fríen con un poco de aceite de oliva o de aguacate, pueden ser una opción saludable. Sin embargo, freírlos con mucha mantequilla o aceites poco saludables puede aumentar las grasas saturadas y las calorías, lo cual no es ideal para la salud cardiovascular.

En promedio, un huevo frito cocinado con aceite contiene entre 90 y 100 calorías. Esto es ligeramente más que un huevo cocido, pero aún relativamente bajo en comparación con muchas otras opciones de desayuno, como la bollería o los cereales procesados.

¿Cuál deberías elegir?

La respuesta depende de tus objetivos de salud y estilo de vida. Si intentas bajar de peso, bajar el colesterol o reducir el consumo de grasas, los huevos cocidos son la mejor opción. Son magros, fáciles de digerir y proporcionan energía duradera.

Si valoras el sabor, la textura y la variedad, los huevos fritos pueden ser más atractivos. Solo recuerda cocinarlos con poco aceite y acompañarlos con guarniciones saludables como pan integral, aguacate o verduras salteadas.

Para disfrutar de lo mejor de ambos mundos, también puedes combinar métodos: hervir algunos huevos para picar durante la semana y disfrutar de huevos fritos ocasionalmente cuando quieras un desayuno más indulgente.