2. De mente abierta y creativa
Los piercings en la boca suelen ir de la mano con la creatividad. Son una forma de autoexpresión, al igual que los tatuajes o la moda alternativa. Quienes los eligen suelen tener un estilo personal definido y no temen darle un toque artístico a su look.
Es posible que se sientan atraídos por la música, el diseño u otras formas de creatividad, y sus perforaciones se convierten en una parte crucial de cómo le dicen al mundo quiénes son sin decir una palabra.
3. Sensual y segura
Hay algo innegablemente íntimo en un piercing en la boca. Presta atención a los labios o la lengua, lugares ya vinculados al tacto, el gusto y la conexión. Quienes eligen este tipo de piercing suelen tener una fuerte conciencia corporal y no temen a la sensualidad.
No significa que intenten ser provocativos, sino que tienen confianza en sí mismos. Se sienten cómodos con su presencia física e incluso podrían disfrutar de un poco de misterio o coqueteo.
4. Emocionalmente fuerte y resiliente
Seamos sinceros: hacerse un piercing en la boca o alrededor de ella requiere coraje. Es una de las zonas más dolorosas (y sensibles) y requiere mucho cuidado para que cicatrice bien. Por eso, un piercing en la boca suele reflejar fortaleza mental.
Estas personas tienden a ser resilientes. Pueden controlar la incomodidad, los juicios e incluso alguna que otra pregunta incómoda de desconocidos. Esto demuestra que no se dejan llevar fácilmente y que probablemente han pasado por suficientes cosas como para saber quiénes son.
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