Lo que hace que la sal sea especialmente efectiva es que ataca la raíz del problema.
Mientras que los ambientadores sólo enmascaran los olores desagradables, la sal ayuda a eliminarlos al eliminar la humedad donde crecen el moho y las bacterias.
¿El resultado? Un interior naturalmente más fresco y seco, sin necesidad de aromas artificiales.
La humedad no controlada puede provocar daños a largo plazo en su vehículo.
Soluciones simples como sal, papel de periódico arrugado o gel de sílice pueden ayudar a mantener un ambiente limpio y seco.
No espere a que aparezca moho o hongos: pruebe hoy mismo este truco rápido y asequible para proteger su automóvil y disfrutar de un viaje más fresco.