Lo que dicen tus uñas sobre tu salud

  • ¿Y los hábitos diarios? También importan.
El lavado de manos constante, los productos domésticos agresivos, las manicuras demasiado frecuentes o incluso la jardinería sin guantes pueden desgastar las uñas. Cuando se maltratan, reaccionan, a menudo con la aparición de esas famosas crestas.
¿Qué puedes hacer para suavizar estas crestas? Nuestros sencillos y efectivos pasos
  • ¡Hidratación, siempre!
Al igual que mimar tu piel con una buena crema, tus uñas necesitan nutrición. Una gota de aceite vegetal natural (ricino, almendras dulces o jojoba) cada noche, y ¡listo!: recuperan su elasticidad y brillo.
  • El pulidor, pero con moderación.
Una pasada rápida con una lima pulidora muy suave alisará la superficie. Sin embargo, ten cuidado de no excederte: no querrás adelgazar la uña hasta el punto de hacerla vulnerable.
  • ¡Come “saludable para las uñas”!
Varía los colores de tu plato, prioriza las semillas oleaginosas, las verduras de hoja verde y los cereales integrales. Y, si es necesario, consulta con tu médico sobre la posibilidad de tomar un suplemento dietético.
  • ¡Protégelos!
Al lavar platos o hacer proyectos de bricolaje, los guantes de limpieza son tus mejores aliados. Este simple hábito previene muchas lesiones invisibles, pero muy reales, en las uñas.
¿Y si esconde algo más?
Aunque la mayoría de las crestas verticales no son graves, debe estar atento. Si nota algún cambio repentino (  color anormal, dolor, flacidez de la uña  ), solicite una cita. Una opinión médica puede despejar cualquier duda y brindarle tranquilidad.
Porque unas uñas bien cuidadas también son un pequeño placer cotidiano.