Diane no ha vuelto a mirar mi anillo desde aquella noche. En cuanto a Peter, se ha convertido en mi cuñado favorito.
La semana pasada, me regaló un viejo álbum de fotografías, lleno de imágenes de la infancia de Adam y fotografías de anillos de mujeres de toda la historia de la familia.
—Para tus hijos algún día —dijo con un guiño—. Para que sepan de dónde viene.
He añadido mi propia foto a la colección: un primer plano de mi mano sosteniendo la de Adán, con el zafiro captando la luz.
Este anillo es mío. No porque alguien haya decidido que merezco usarlo, sino porque el amor lo hizo mío. Así como el amor, no la sangre, crea una familia.
Aquí les cuento otra historia: Perder a mi esposo me devastó, pero su madre solo empeoró las cosas. Dos días después del funeral, nos echó y cambió las cerraduras, pensando que había ganado. Lo que no sabía es que acababa de cometer el peor error de su vida.
Esta obra está inspirada en hechos y personas reales, pero ha sido ficticia con fines creativos. Se han cambiado nombres, personajes y detalles para proteger la privacidad y enriquecer la historia. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia y no es intencional por el autor.
El autor y la editorial no garantizan la exactitud de los hechos ni la representación de los personajes, y no se responsabilizan de ninguna interpretación errónea. Esta historia se presenta tal cual, y todas las opiniones expresadas son las de los personajes y no reflejan las del autor ni la editorial.