El objetivo no es sumergir la comida, pero un ligero chorro de aceite suele ser esencial para que quede bien crujiente. Muy poco = seco; demasiado = humo. ¿El mejor aliado? Un dosificador de aceite vegetal para una dosificación precisa.
Descuidar la limpieza
No es lo más agradable, pero los residuos carbonizados de cocciones anteriores pueden generar humo, alterar el sabor y dañar el electrodoméstico. Una limpieza rápida después de cada uso, con una esponja suave y un poco de jabón lavavajillas, es suficiente.
Secretos profesionales para obtener resultados de calidad de restaurante.

Papas fritas crujientes: Remoje las papas durante 30 minutos en agua fría para eliminar el almidón. Séquelas bien antes de cocinarlas.
Carnes jugosas: Un adobo rápido (mostaza, hierbas aromáticas, aceite de oliva) y séquelas ligeramente antes de cocinarlas para evitar el exceso de humedad.
Verduras perfectas: Un chorrito de aceite de oliva, una pizca de pimentón, un poco de ajo en polvo y ¡listo!, a la cesta.
Sobras perfectamente recalentadas: pizza, nuggets, quiche… la freidora de aire restaura la textura crujiente mucho mejor que el microondas.
Recuerde: cada freidora es única.
Continúa en la página siguiente⏭️
