2. Dale forma a la masa
Después de que la masa haya duplicado su tamaño y esté burbujeante, enharine ligeramente sus manos y una superficie limpia.
Saca la masa, dale forma de bola con cuidado (¡sin amasar!) y déjala reposar durante 30 a 45 minutos sobre papel pergamino o un paño enharinado.
3. Precalentar el horno
Coloque una olla holandesa (o una olla pesada apta para horno con tapa) en el horno.
Precalentar a 230 °C (450 °F) durante al menos 30 minutos.
4. Hornear
Retire con cuidado la olla caliente. Coloque la masa (con papel de horno si lo usa) dentro.
Tapar y hornear durante 30 minutos .
Destapar y hornear durante 10 a 15 minutos más hasta que la masa esté dorada y crujiente.
5. Refrescarse y disfrutar
Deje que el pan se enfríe completamente sobre una rejilla antes de cortarlo.
🔥 Consejos:
Para darle más sabor, agregue romero picado, aceitunas o ajo a la masa.
Para obtener una corteza más crujiente, coloque una cacerola con agua en el horno mientras hornea.