
La experiencia, dijeron, no trajo respuestas ni consuelo. Solo una advertencia.
Mi recompensa, me comunicaron, sería una posición ligeramente mejor entre la población esclava. Por otro lado, si lograba convencer a otros de su existencia, me aguardarían nuevos horrores a mi regreso.
‘Nunca agradezcas a Dios por nada’
Ahora, según se informa, goza de buena salud gracias a un marcapasos y múltiples cirugías, y el Redditor recuerda ese día no como un regalo espiritual, sino como una revelación que desearía no haber recibido.
“Ya no le doy gracias a Dios por nada”, escribieron. “Lo que sea que vi ese día, fuera lo que fuese, me dejó conmocionado, no me salvó”.
Dicen que su intento de compartir lo sucedido fue recibido con incredulidad. Los médicos atribuyeron las visiones a traumas, alucinaciones o secuelas psicológicas de una experiencia cercana a la muerte.
Pero para la persona que lo vivió, esos seis minutos se sintieron más largos que la vida misma.