Pie diabético: qué es y cómo tratar una de las complicaciones más graves de la diabetes

 

Las úlceras y ampollas tienden a formarse en las zonas que soportan peso, como la planta del pie y entre los dedos. Si se ignoran, estas heridas pueden profundizarse y permitir que la infección se propague, lo que podría requerir tratamientos agresivos.

Señales de alerta temprana

El pie diabético suele presentar síntomas sutiles que no deben ignorarse. Estos incluyen:

  • Calor inusual en un pie
  • Entumecimiento o disminución de la capacidad para sentir calor, tacto o dolor.
  • Sensaciones de hormigueo o de alfileres y agujas
  • Heridas abiertas, cortes o llagas que sanan lentamente.

Tratamiento y prevención

Prevenir lesiones es fundamental en el cuidado del pie diabético. La inspección diaria de los pies es esencial; use un espejo o pida ayuda a alguien si es necesario.

Cualquier herida, incluso las menores, debe limpiarse y vigilarse de cerca para evitar infecciones.

En casos donde el daño tisular se agrava, podría ser necesaria la amputación. Este es un último recurso y destaca la importancia de la intervención temprana y la prevención.

Para evitar llegar a esta etapa, adopte hábitos proactivos:

  • Mantén tus pies limpios y secos
  • Use zapatos que se ajusten bien y estén hechos de materiales transpirables.
  • Elige calcetines elaborados con fibras naturales.
  • Evite caminar descalzo o usar calzado apretado.
  • No se automedique los problemas de los pies: consulte a un especialista, especialmente para el cuidado de las uñas.

Sobre todo, controle su diabetes con cuidado. Siga su plan de tratamiento, tome los medicamentos según lo prescrito y acuda a chequeos médicos regulares. Su diligencia puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar pie diabético y proteger su bienestar general.