Dejar el Wi-Fi encendido constantemente afecta significativamente la duración de la batería del teléfono. Cuando esta función está activada, el dispositivo busca constantemente redes cercanas e intenta conectarse automáticamente.
Este proceso consume la batería innecesariamente, reduciendo su duración a lo largo del día. Desactivando el Wi-Fi cuando no lo necesites, puedes extender fácilmente el uso de tu teléfono sin esfuerzo.
Apagar el wifi cuando estás fuera de casa es un pequeño paso que puede evitar problemas mayores. Entre el riesgo de hackeo, la invasión de tu privacidad y el impacto en la batería de tu teléfono, adoptar este hábito solo ofrece beneficios. Así que, la próxima vez que salgas, tómate un segundo para apagar el wifi: ¡tu seguridad depende de ello!