¿Por qué solemos ser más duros con quienes amamos?

 

 

• Tengamos siempre presente que la otra persona es diferente a nosotros, libre de tomar sus propias decisiones y, por lo tanto, acéptela tal como es, aunque no siempre la comprendamos. «Respetar su libertad y tener en cuenta sus opciones vitales es fundamental», insiste la psicoanalista Gisèle Harrus-Révidi. «Y es la condición para establecer un verdadero intercambio».

• Evita juzgar o dar consejos. Requiere un gran esfuerzo soltar, ¡porque es nuestra tendencia natural! En su lugar, practica la escucha activa haciendo preguntas neutrales y abiertas: “¿A qué le temes exactamente?”

• Recuérdale con frecuencia todo lo que te gusta de ella, sobre todo cuando se desanime: «Tengo plena confianza en ti. Eres más fuerte de lo que crees. ¡Me sorprendes cada vez!».