Qué puedes hacer para sentirte bien
Entonces, ¿qué podemos hacer con esta presión? La respuesta se resume en una sola palabra: reorientación. En lugar de aspirar a un ideal inalcanzable, ¿por qué no centrarnos en objetivos que nos hagan sentir bien? Ser más fuerte, estar en mejor forma física, ser más flexible… todas son aspiraciones positivas. Y, sobre todo, aprender a amar nuestro cuerpo tal como es. No como nos dicen que debería ser.
Porque no, no hay una forma milagrosa ni saludable de cambiar la distancia entre los muslos. Los ejercicios específicos no cambiarán tu estructura ósea, y ninguna rutina puede garantizarte una “separación entre los muslos”. Sin embargo, cultivar una imagen más afectuosa, realista y segura de ti mismo está a tu alcance.
Tu cuerpo es único: y eso es precisamente lo que lo hace precioso.