Receta Fácil de Palitos de Queso

 

 

Comienza mezclando los ingredientes secos. En un tazón grande, tamiza la harina y la sal. Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y luego añade la levadura, la leche tibia, la mantequilla derretida y el huevo. Es importante batir estos ingredientes líquidos en el centro antes de incorporar gradualmente la harina. Este método asegura que la levadura se active correctamente, dando como resultado una textura ligera y esponjosa para los palitos de pan.

Consejo clave: Asegúrate de que la leche esté tibia, pero no demasiado caliente (aproximadamente 37 °C/98 °F) para evitar matar la levadura. Esto ayudará a que la masa suba bien, dándoles a los palitos de pan una textura perfecta.

Paso 2: Amasado y reposo de la masa
Una vez que los ingredientes formen una masa grumosa, transfiérela a una superficie enharinada y comience a amasar. Amasa durante unos 8-10 minutos, o hasta que la masa esté suave y elástica. Este proceso ayuda a desarrollar el gluten de la masa, lo que le da a los palitos de pan su textura masticable.

Forma una bola con la masa y colócala en un tazón ligeramente engrasado. Cubre con un paño de cocina o film transparente y deja reposar la masa durante al menos una hora, o hasta que doble su tamaño.

Consejo: Dejar reposar la masa en un ambiente cálido y sin corrientes de aire garantiza una actividad óptima de la levadura. Si tu cocina está fresca, puedes colocar el recipiente en un horno ligeramente caliente (apagado) para obtener mejores resultados.

Paso 3: Dar forma y formar las capas de masa
Una vez que la masa haya subido, golpéala suavemente para liberar el aire. Divide la masa en cuatro porciones iguales. Forma una bola con cada porción y luego extiéndelas en rectángulos (de aproximadamente 6 mm de grosor).

A continuación, unta dos de los rectángulos con mantequilla blanda. Esta capa de mantequilla creará una textura rica y hojaldrada. Espolvorea generosamente con queso rallado y perejil picado, asegurándote de que la capa quede uniforme. Cubre la masa untada con mantequilla y queso con los dos rectángulos restantes, intercalando eficazmente la capa de queso entre la masa.

Consejo: Sé creativo con la elección del queso. Para un sabor extra, puedes mezclar diferentes quesos como parmesano, cheddar y gouda.

Paso 4: Torcer los palitos de pan
Después de apilar las capas de masa, usa un rodillo para presionarlas suavemente. Luego, corta la masa en tiras (de aproximadamente 2,5 cm de ancho). Para un sabor aún más mantecoso, pincela las tiras con más mantequilla blanda antes de torcerlas. Gira cada tira varias veces para crear un patrón en espiral que no solo luce espectacular, sino que también mejora la distribución del queso y la mantequilla en todo el palito.

Consejo clave: Torcer la masa firmemente ayuda a que los palitos de pan mantengan su forma durante el horneado y garantiza una distribución uniforme del queso en cada bocado.

Paso 5: Leudado y horneado
Coloca los palitos de pan torcidos en una bandeja para hornear forrada con papel vegetal, dejando suficiente espacio entre ellos para que se expandan. Deja reposar los palitos durante 20 minutos más. Este tiempo adicional de levado permite que la masa se relaje y crezca más, resultando en palitos de pan más ligeros y esponjosos.

Precalienta el horno a 180 °C/350 °F durante este tiempo. Una vez que los palitos de pan hayan reposado, úntalos con huevo batido (que se prepara batiendo un huevo con una cucharada de agua). Este paso garantiza que los palitos de pan adquieran una hermosa corteza dorada al hornearse.

Hornea los palitos de pan en el horno precalentado durante unos 25 minutos o hasta que estén dorados y crujientes por fuera. El aroma a queso derretido y pan recién horneado inundará tu cocina mientras los palitos de pan se cocinan a la perfección.

Paso 6: Sirve y disfruta
Una vez fuera del horno, deja que los palitos de pan se enfríen un poco antes de servir. Se disfrutan mejor calientes, con el queso aún cremoso por dentro. Para un sabor aún más intenso, unta la superficie con más mantequilla derretida justo antes de servir.

Sugerencia de presentación: Acompaña los palitos de pan con queso con salsa marinara o mantequilla de ajo para mojar. Estos palitos también son el acompañamiento perfecto para sopas y ensaladas, lo que los convierte en un complemento versátil para cualquier comida.