¿Significa esto que no debería tomar la lata?

6) Perderás el sentido del gusto.
El aspartamo es 200 veces más dulce que el azúcar de mesa normal. La sucralosa (también conocida como Splenda) es 600 veces más dulce. ¿Moraleja? Tus papilas gustativas se saturan de dulzor y otros alimentos pierden su sabor. Estudios de la Universidad de Columbia también han demostrado que los refrescos de dieta alteran los receptores cerebrales, de modo que, en lugar de saciar los antojos de azúcar, los prolongan.
7) Puede causar problemas renales.
Un estudio de 2009 con más de 3000 mujeres demostró una relación entre los refrescos light y los problemas renales. Las mujeres que bebían dos o más refrescos al día experimentaron una disminución de la función renal de hasta un 30 %.
8) El aspartamo se ha relacionado con dolores de cabeza.
Estudios preliminares han vinculado el aspartamo con migrañas y dolores de cabeza. Esto puede actuar solo como desencadenante en algunas personas, pero si sufres de dolores de cabeza con frecuencia, podría valer la pena dejar de tomar refrescos light y ver si mejora la situación. Estudios de laboratorio han demostrado que el aspartamo puede alterar las sustancias químicas cerebrales, las señales nerviosas y el sistema de recompensa del cerebro, lo que provoca dolores de cabeza.
9) Aumenta el riesgo de parto prematuro.
En otro estudio con casi 60.000 mujeres embarazadas en Dinamarca, un refresco light al día se asoció con un aumento del 38 % en el riesgo de parto prematuro. Cuatro refrescos light al día aumentaron el riesgo en un 78 %.
10) Arruinará tu sonrisa.
En otro estudio, se examinaron los dientes de un consumidor de cocaína, uno de metanfetamina y uno de refrescos light a lo largo del tiempo. ¿Adivina qué? Todos presentaban el mismo nivel de erosión dental. El ácido cítrico de los refrescos light destruye el esmalte dental con el tiempo.

 

En realidad, solo hay una justificación para beber refrescos de dieta: reducir el consumo de azúcar y combatir la crisis de obesidad actual. Pero, ¿es esa una justificación válida cuando se ha demostrado que los refrescos de dieta contribuyen a la obesidad, las enfermedades cardíacas, la depresión y la diabetes de forma tan significativa como los refrescos regulares? Intenta evitar los refrescos por completo y calma tu sed con agua, cantidades moderadas de zumo de fruta fresco rico en vitaminas o té helado sin azúcar, rico en antioxidantes.