2. Incorpora movimientos suaves a tu día
Permanecer quieto demasiado tiempo no solo debilita el cuerpo, sino que también deprime el ánimo. No necesitas entrenamientos intensos; basta con un poco de movimiento diario para lograrlo.
- Pasee por la casa o salga a tomar aire fresco.
- Haga estiramientos ligeros mientras mira televisión o espera una comida.
- Practica estar de pie y sentado en una silla para mantener las piernas fuertes.
- Pon música y baila libremente, sólo por el placer de hacerlo.
Consejo profesional: Intenta hacer ejercicio a la misma hora todos los días. Adaptar una rutina te ayuda a mantener la constancia y la motivación.
3. Cultivar conexiones diarias
Combatir la soledad emocional no se trata de estar rodeado de gente: se trata de tener interacciones significativas, incluso si son breves.
- Llama a un amigo o familiar.
- Tómate el tiempo para saludar sinceramente a un vecino.
- Únase a un grupo comunitario o una actividad en línea.
- Ofrécete como voluntario o involúcrate en algo que te inspire.
Consejo profesional: Toda interacción genuina, por breve que sea, reafirma tu lugar en el mundo. Mantenerse abierto a la conexión mejora tu salud emocional y reduce la sensación de aislamiento.
4. Descubra un nuevo propósito
Tras jubilarse o dejar de cuidar a alguien, es normal sentir que se ha perdido la sensación de utilidad. Pero el propósito no desaparece, simplemente evoluciona.
- Escribe la historia de tu vida o cartas a tus seres queridos.
- Cuida algunas plantas o comienza un pequeño jardín.
- Prueba un nuevo pasatiempo: pintar, hornear o tocar música.
- Apoye a otros que también puedan sentirse solos.
Continúa en la página siguiente⏭️