Su alcantarillado reformado ahora cuenta con todo lo necesario para un mínimo de comodidad, incluyendo electricidad, iluminación, calefacción y una cocina, a pesar de su reducido tamaño. Para la pareja, un poco de desorden es preferible a la vida en la calle; por lo tanto, su casa en el alcantarillado les viene de maravilla. Han logrado optimizar el espacio disponible a la perfección usando estanterías improvisadas para guardar su ropa.
Blackie, el guardián de las alcantarillas
Blackie, el perro de la pareja, cuida su hogar improvisado con tanta eficiencia que jamás han robado nada. Al abrir las puertas de su peculiar hogar, Miguel y María esperan transmitir un mensaje de amor y solidaridad al mundo. Aspiran a demostrar que el amor verdadero supera el valor de las posesiones materiales, incluso viviendo juntos en una alcantarilla.
