“HAY DROGAS EN TU BEBIDA”, SUSURRÓ LA CAMARERA… Y EL MULTIMILLONARIO DENUNCIÓ A SU PROMETIDA
La cena en el restaurante más exclusivo de Mendoza fue una celebración.
Javier Monteiro, un industrial multimillonario de 50 años, brindó con su copa de champán por su prometida, Liana.
Al día siguiente, firmarían un generoso acuerdo prenupcial y se casarían en una semana.
Para Javier, fue el comienzo de un nuevo capítulo.
Para Liana, fue la culminación de un plan para controlar su patrimonio.
Mientras Javier estaba distraído por una llamada telefónica, Liana sacó discretamente un paquete de su bolso y vertió un polvo blanco en su copa de champán.
El plan era simple: la droga, un potente sedante, simularía los síntomas de un derrame cerebral.
Una vez incapacitado, un médico cómplice lo declararía incompetente, otorgándole control total. Ella no quería ser su viuda; quería ser su carcelera.
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